Cuauhtémoc Blas
Todo indica que los autores del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, con sus 10 parques industriales, sabían que los pueblos afectados por la llegada de industrias iban a protestar. La instalación de industrias y vías de comunicación invariablemente afectan a los ecosistemas y a la población.
No solo se da una previsible resistencia al cambio, sino una fuerte alarma por todo lo que se pierde ante procesos de “desarrollo”. Hay que recordar el doloroso trance de los chinantecos expulsados de su hábitat para construir la presa Cerro de Oro en el Papaloapan. En aras, dijeron, del desarrollo nacional. Pero esos oaxaqueños fueron abandonados a su suerte.
En el Istmo, estamos ante la rehabilitación de un viejo proyecto de principios del siglo pasado, pero ahora en medio de un contexto industrial y en el marco del muy rentable “nearshoring”, esto es, de la instalación de empresa que buscan estar cerca de mercados solventes, como está México de los EU. En un tiempo también eso podría beneficiar a las empresas que se instalen en el Istmo mexicano.
Decíamos que los creadores de este Corredor, esperaban resistencia porque previeron disponer de recursos para suavizar a los municipios. En los municipios por donde pasan las vías se realizan 26 “obras comunitarias”, cuya inversión es de 113 millones de pesos: San Juan Guichicovi, Matías Romero, Asunción Ixtaltepec y Salina Cruz.
Obras que se ejecutan con recursos federales considerados en el Proyecto Interoceánico: construcción de escuelas, caminos, parques, deportivos, mercados. Entre tanto, los grupos, algunos indígenas, que se sienten afectados por ese Corredor, protestan en desventaja.
RESISTENCIAS AL INTEROCEÁNICO
En 2020, pobladores de San Dionisio impidieron la instalación en sus tierras del Patio de Maniobras del proyecto del Corredor Interoceánico.
El 19 de agosto de 2023 murió asesinado el activista Noel López Gallegos, integrante de la Resistencia Civil Pacífica de Santa María Mixtequilla, movimiento que ha venido cuestionando la creación del corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec”. https://www.animalpolitico.com/estados/noel-lopez-gallegos-activista-desaparecido-oaxaca
Los enfrentamientos con la Guardia Nacional y la Armada de México han sido numerosos. Detenidos y golpeados han denunciado la represión. El dirigente de la UCIZONI, organización opositora al proyecto en la Zona Norte del Istmo, Carlos Beas, está bajo amenazas de muerte.
En 2022, El Universal enumeró a 10 de las personas defensoras asesinadas en Oaxaca: Néstor Iván Merino, Luciano Pérez, Humberto Valdovino, Crispín Reyes, Pedro Vásquez, Álvaro Sebastián, Mariano Cruz, Filogonio Martínez, Jesús García Martínez y Ana Cristina Martínez García. https://www.eluniversal.com.mx/estados/en-2022-oaxaca-registro-10-asesinatos-activistas-y-defensores-de-los-derechos-humanos-reporta-informe/
El primero, Néstor Iván, líder de la Asamblea Popular de los Pueblos Indígenas (API), fue asesinado en marzo de 2022. Dos personas a bordo de una motocicleta lo ejecutaron en el centro de Teotitlán de Flores Magón. Aunque puede haber casos donde la defensa de los pueblos sea el escudo, y se tengan otras agendas políticas o peores. Sin descontar, por supuesto, a los grupos dedicados desde siempre a la llamada industria del chantaje político.
Hace unos días, nueve miembros de la Resistencia Civil de Mixtequilla (RCM) fueron detenidos por la Guardia Nacional y la Policía Ministerial de Oaxaca. Ese pueblo istmeño ha sido acordonado en diversas ocasiones para amedrentarlos. Y esto se acentuará en directa proporción del tiempo que se le acaba a este sexenio federal para culminar la obra.
No es esta una relación completa de los caídos en este proceso, sirva al menos para valorar la magnitud de los daños del “progreso”, concepto siempre discutible. Lo que sigue sería oponerse a estos proyectos, pero ¿y las alternativas?
www.revistaenmarcha.com.mx @enmarchaoax24
